sábado, 29 de agosto de 2015

El verano de nuestra vergüenza mediterránea

Cada verano las mafias que transportan las personas ávidas de una vida mejor hacia Europa, desde África y Oriente Medio, hacen su agosto ante las denuncias de los medios de comunicación y los lamentos de nuestros gobernantes, que se limitan a poner más vallas, vigilancia i lanchas patrulleras para "disuadir" a los desesperados, construyendo ciudades-prisión como per "dissuadir" els desesperats, manteniendo ciudades-prisión como Ceuta y Melilla, dedicando dinero a tareas de policía de fronteras o expandiendo ideas peregrinas como la de destruir las pateras bombardeando costas africanas como si éstas formaran parte de nuestro patio trasero.

Este año, sin embargo, el drama de los conflictos armados mal o nada resueltos en Iraq, Siria, Afganistan, Egipto o Libia ha derramado la olla y Europa ha continuado en su lógica de hablar de "alud migratorio" (fíjense en la connotación negativa del término), cuando se está produciendo -ante la parálisis ciudadana- una de las mayores crisis humanitarias de refugiados desde la segunda Guerra Mundial. La primera respuesta de los gobiernos europeos, intentando repartirse cicateramente a 40.000 persones demandantes de asilo entre los estados de la UE como si fueran estraperlo -¡Qué papelón el del gobierno español... haciéndose el más solidario y negándose a acoger su "cuota", todo al mismo tiempo!- ha sido el principio de nuestra vergüenza colectiva.

Ahora, a finales d'agost, ya no hablamos de 40.000 sino de un millón de personas que huyen de la guerra, la injusticia y la inhumanidad o que buscan un medio de vida digno (los inmigrantes económicos también tiene derechos, recordémoslo). El drama se presenta en toda su crudeza y la Unión Europea sigue haciendo prevaler el criterio de cada estado y no una política común de acogidam asilo y migraciones.

Quiero compartir algunas reflexiones, que presento en forma de enunciados para no cansar al personal. Sé que cada una de ellas merecería mucha tinta y muchos matices, pero eso lo dejo para más adelante.

1. El problema esencial del sistema capitalista especulativo no es la pobreza extrema que deja a muchas personas y colectivos fuera del terreno de juego, sino la desigualdad creciente de rentas, oportunidades y medios de vida que provoca el propio sistema. Hay un 20% de la nuestra ciudadanía que se aprovecha de las bondades del sistema, actúa de freno ante cualquier cambio e impide las regulaciones legales y jurídicas que podrían limitar el lucro desmesurado.

2. Ésta no es una crisis humanitaria fruto de cuatro dictadores tocados del ala y corruptos (que también), sino sobre todo de unos intereses espúreos de empresas transnacionales, lobbyes especuladores y gobiernos de países dominantes, para mantener el statu quo y que las sociedades enriquecidas mantengamos la camama. La invasión occidental de Iraq tiene mucho que ver con la creación de Estado Islámico, la inacción de Occidente ante la guerra civil siria tiene mucho que ver con los intereses de Israel en la zona, y muchas guerras africanas tienen todo que ver con el acceso de Occidente y China a materias primas estratégicas y necesarias para nuestro "desarrollismo sin fin".

3. Mientras los temas de seguridad interior y exterior sean incontestables y pasen siempre por delante de los derechos humanos, en todos los dramas y situaciones, no resolveremos las crisis derivadas de conflictos armados de una forma eficaz y duradera. Todas las fronteras democráticas han de ser porosas, bien controladas pero porosas por naturaleza, o dejarán de ser democráticas y aceptaremos que un "gran hermano" decida por todos nosotros quien entra y quien sale de casa.

4. En el caso de Europa, nos llenamos la boca hablando de proyecto común cuando lo único que mantenemos en común es el poder de los Estados-nación, que no se corresponde ni a la realidad multicultural y mestiza de nuestras regiones -que demanda más poder local-, ni a la realidad de las naciones que no son Estado, ni a la burocracia de unas instituciones europeas con muy poco poder real. ¡El antiguo Régimen sigue vigente!.

5. La UE necesita corredores humanitarios seguros, controlados pero también acogedores, que distribuyan la población migrante e identifique con rapidez las personas que no pueden tener el estatuto de refugiado. Necesita, también, un cupo anual de migración económica que pueda absorber nuestra sociedad. Y, finalmente, necesita combatir con rigor y firmeza la demagogia instalada de "primero los de casa" que nos deshumaniza.

5. Cataluña puede y debería acoger al menos un 1 por mil anual de su población (es decir 7.500 personas) demandantes de asilo, y este año debería hacerlo con celeridad, durante el próximo mes de septiembre, aunque el gobierno español no esté por la labor.

6. A pesar de las dificultades y defectos del sistema, hay lugar para la esperanza si la ciudadanía nos indignamos y actuamos ante lo que consideramos injusto. Recordemos, si no, aquellos versos de Machado: "Creí mi hogar apagado, removí las cenizas y me quemé la mano".

miércoles, 12 de agosto de 2015

Desenmascarar a los negociantes de la guerra

El actor George Clooney y el activista por los derechos humanos John Prendergast lideran un proyecto que pretende investigar y divulgar los flujos financieros que entran y salen de las zonas en guerra. El proyecto se llama "The Sentry" (El centinela) y quiere nutrirse de información pública, denuncias confidenciales que reciban, dinero que sale al exterior de países en conflicto, investigaciones sobre comercio ilícito de armamento, etc.

El resultado esperado es poder publicar nombres concretos de personas y empresas que se lucran con el "negocio de la guerra", con el fin de presionar a los gobiernos para que les hagan pagar un precio por los males que causan.

Sabemos que muchos de esos males son irreversibles (decenal de miles de personas muertas, heridas, desplazadas o refugiadas cada mes), pero piensan que éste puede ser un primer paso para poner rostro al lucro sobre el sufrimiento humano ... en una época donde es posible la filtración de información confidencial a las redes sociales que inició Wikileaks.

La ciudadanía de todo el mundo les estará agradecida si la iniciativa prospera, ya que obligarà a gobuiernos e instituciones internacionales a actuar ante unos poderes fácticos que hoy por hoy parecen intocables, además de ser con frecuencia anónimos.

((Información básica extraída de un artículo de Teresa Turiera en el diario ARA)