domingo, 16 de diciembre de 2012

Los programas de sensibilización, a examen

Una persona conocida se cuestionaba de qué han servido más de 30 años de programas de sensibilización solidaria en las escuelas, universidades, centros de ocio, centros juveniles si ahora -cuando vienen magras- no hay una fuierte contestación al desmantelamiento de las políticas sociales en general y de la política de cooperación internacional al desarrollo en particular. ¿De qué ha servido la "educación parea el desarrollo"?

Pienso que una cuestión tan simplemente expresada pide una respuesta compleja. De una parte, hay que reconocer que hoy hay más gente -y especialmente más jóvenes- que vive una ciudadanía global, comprometida y solidaria en sus distintas expresiones de vida. Hay más gente que pienbsa que otro mundo es posible y eso no es una simple e ingenua quimera. Los movimientos sociales se nutren de este pensamiento y se han enriquecido mucho en las últimas décadas. Pero, de otra parte, las ONG y entidades sociales no hemos conseguido, en el momento más necesario, la suficiente complicidad social como para evitar la agonía del 0,7% y el desmantelamiento progresivo del estado del bienestar, lo cual amerita una seria reflexión sobre el alcance de nuestros programas y proyectos de sensibilización.

La pregunta del millón es: ¿Cómo podemos conseguir que un 10, un 15% de la población nos acompañe para "plantarnos" y decir basta al miedo, a la desmovilización, a la preocupación excesiva para que el sistema siga funcionando? ¿Cómo hacer que afloren nuevas ideas, experiencias solidarias de éxito, pequeñas islas de cooperación que puedan replicarse aquí y allá?.

Por nuestra parte, las entidades sociales podemos empezar intentando trabajar de forma más transversal, en nuevas redes que incluyan las grandes causas por las que luchamos: la paz, la sostenibilidad ambiental, la cooperación internacional,  la asistencia social y los derechos humanos. Probablemente los nuevos tiempos demanden un movimiento conjunto por la justicia global más fuerte e inclusivo.

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